Santo Domingo, República Dominicana.– La exministra de Empleo y Seguridad Social (2011-2018), Fátima Báñez, compartió esta semana una conferencia transatlántica para analizar la situación del sector público y privado en República Dominicana y sus opciones de mejora a través de la mirada femenina.

Fue una sesión especial del Curso de Liderazgo Femenino que imparte el Grupo CEF.- UDIMA en su sede de Santo Domingo, en la que la exministra española aportó su experiencia en la «decisiva reforma laboral» de nuestro país de hace unos años, en palabras del presidente del Grupo Educativo, Arturo de las Heras, quien presentó a la ponente.

Analizó qué momento atraviesa la participación femenina en lo público y lo privado de República Dominicana y, comparando con la evolución que ha experimentado España, planteó posibles caminos de mejora, además de reconocer lo que ya se ha conseguido.

En primer lugar, figuras como la diputada y secretaria general de mujeres del PRM (Partido Revolucionario Moderno), Leivy Bautista, y la alcaldesa de Santo Domingo, Carolina Mejía, demuestran para ella que hay un «compromiso» con el liderazgo femenino en su país. Su apoyo a esta formación de CEF.- resalta la importancia que otorga República Dominicana a la política y la vocación pública. Dos elementos fundamentales en este mundo de «gran incertidumbre económica y geopolítica» y con «tanta polarización», señalaba Báñez.

En esta «sociedad 50-50» en la que vivimos, la exministra defendió lo necesario que es contar con nuevos y buenos políticos, y el valor añadido que debe suponer contar con la mitad de esa población, la mujer. Una mujer que, en el país latino, vive escasamente representada en la política, con apenas un 30% de escaños femeninos, y otro tercio del total en alcaldías y regidurías.

«Se va avanzando, pero todavía queda mucho»

En esa necesidad de incorporar la voz femenina a lo público, Báñez determina que hay desafíos y oportunidades por delante. La creatividad, aportaciones y experiencia de las mujeres deben aprovecharse para que la toma de decisiones sea «más enriquecedora», como en España.

Es cierto que hay barreras culturales y obstáculos específicos, como el costo personal y familiar que afrontan las mujeres que quieren dedicarse a la vida política. Pero elementos como las cuotas ayudan a que las mujeres se incorporen más rápidamente a los ámbitos públicos y privados.

Por ello, la exministra popular defendió esa medida de cuotas como respaldo a una demanda de la sociedad, tanto dominicana como española, a la que le gusta «cada vez más que participación política sea más diversa», con la mujer como protagonista de esas acciones públicas. Ahora bien «¿qué tenemos que hacer?», planteaba.

«Participación activa y equidad real». Ante todo, «no tener miedos», aseveró Báñez.