Santo Domingo, República Dominicana.- Desde muy pequeño, Isaac dio muestras del joven ejemplar en el que se convertiría con los años.
Sus orgullosos padres, el profesional de la contaduría y auditoría Sención Blanco Suárez y la periodista Celestina Pérez, solían llevarlo a las actividades en las que socializaba con naturalidad y confianza, exhibiendo un comportamiento que la mayoría percibía como muy maduro para su corta edad, haciendo galas, además, de su educación y sus buenos modales.
Hoy, Isaac Emmanuel Blanco Pérez tiene 15 años de edad y cursa el quinto grado del nivel secundario en el Colegio Quisqueya.
Isaac pertenece a la Pastoral Juvenil de su parroquia, la Santo Domingo de Guzmán, así como al ministerio de música Apasionados por Adorar, en el que toca el bajo eléctrico.
Combinó su pasión y su talento al fundar el coro infantil Divino Niño Jesús con los niños de la catequesis de la referida parroquia, el cual dirige. Ellos son los encargados de, un domingo al mes, animar las celebraciones eucarísticas.
«Me gusta mucho la música, y la he estudiado desde que tenía siete años de edad en la Escuela Elemental de Música Elila Mena (EEMEM)», comenta, al precisar que paralelamente a esos estudios participó en el Coro Nacional de Niños de Santo Domingo, auspiciado por el Ministerio de Cultura en la Dirección General de Bellas Artes, y en el cual desarrolló técnicas corales y alimentó su talento para cantar.
Fue en el 2023 cuando concluyó sus estudios de música en la EEMEM, obteniendo el diploma de estudios a nivel básico en Música mención Piano.
«No obstante, además del piano, domino otros instrumentos musicales, los cuales he aprendido autodidácticamente que son: la batería, el bajo eléctrico y la guitarra. Estos instrumentos los he aprendido a través de tutoriales de YouTube y observando además músicos que asisten a la parroquia de mi comunidad», revela el brillante adolescente.
Entre sus diversos compromisos, Isaac Emmanuel también se encarga de controlar y monitorear la consola de audio de la parroquia en las distintas actividades y participa en todos los coros colaborando en el sonido, cantando y tocando los diferentes instrumentos.
Como la mayoría de los seres humanos, Isaac tiene planes y sueños. Quiere graduarse exitosamente del colegio y luego ingresar a la universidad para cursar la carrera en el área de la ingeniería de audio y electrónica o la de arquitectura.
También, tener una hermosa familia y seguir transmitiendo la palabra de Dios mediante su ministerio en la música.
Conocer cómo piensa y ser testigos de su proceso de crecimiento y de su ejemplar comportamiento, mueve a reflexión y surge la inevitable curiosidad de cómo, en una sociedad en la que hay una evidente corriente de antivalores y tantas distracciones, sobre todo en esa población tan vulnerable, Isaac ha logrado mantenerse enfocado y tener tan definidas sus prioridades.
«Me ha favorecido mucho primeramente la educación que me han inculcado mis padres, que desde pequeño me han llevado a la iglesia», afirma con seguridad.
«También el colegio en el que estoy, que siempre están al pendiente de enseñar los valores cristianos, humanos y sociales fundamentales para la vida», asegura.
Para aquellos adolescentes y jóvenes que pueden estar desorientados o sin el apoyo familiar, e incluso haciendo uso indebido de muchas facilidades y herramientas que la época ha puesto a su alcance, su mensaje es de fe.
Los invita a aprovechar todas esas facilidades y herramientas a su favor, pero siempre utilizarlas para cosas positivas y útiles y, lo más importante, es «que busquen la manera de siempre estar con Dios, porque simplemente Dios lo es todo, sin Dios eres nada».