Santo Domingo, República Dominicana.– A pesar de que el ballet requiere pisos en madera, barras, espejos y suficiente espacio para el desplazamiento del bailarín, muchos bailarines y maestros demostraron su pasión y resiliencia durante la pandemia.
Llevar el ballet hasta sus hogares fue todo un reto, pero lo hicieron. Convirtieron sillas y mesas en soportes para hacer sus “demi plie”.
Así nace Ballet en Casa (www.balletencasa.com), una plataforma de entrenamiento virtual donde los apasionados a la danza pueden continuar o iniciar su aprendizaje.
Sindy Vargas, bailarina y maestra, tuvo la iniciativa.
La plataforma ha servido como ente transformador para cientos de niños de zonas rurales y empobrecidas del país, quienes mediante el programa de becas han logrado tener acceso a educación artística de calidad a distancia.
“La misión de Ballet en Casa es lograr igualdad e inclusión en el arte, quitar el prejuicio de que la danza es para unos pocos, que no es solo para niños y niñas de flexibilidad prodigiosa y pies perfectos, es también para una sociedad que requiere cambios, y esto solo se logran con educación, desarrollando ciudadanos sensibles y empáticos que conozcan y disfruten del buen arte”.
Mientras se logran todos los objetivos que tiene en carpeta Ballet en Casa, el programa seguirá aportando su granito de arena en crear una diferencia en el país y el mundo.