La Vega, República Dominicana.- El artista visual Raúl Morilla presentó «El Centinela», su más reciente logro artístico, una escultura que se erige en la Plaza de los Presidentes, que honra a los ex presidentes dominicanos Juan Bosch y Antonio Guzmán Fernández, nativos de La Vega.
Fue inaugurada a principios de 2024, por iniciativa del alcalde Kelvin Cruz, aportando con ello un ícono referencial a la culta y olímpica ciudad de La Vega, justo a la entrada de la ciudad, en la avenida Pedro A. Rivera, visible desde la autopista Duarte.
Se trata de una obra extraordinaria, lista para ofrecer al espectador nuevas perspectivas. Imponentemente sólida, pero dotada de un movimiento fluido, de impecable factura, evocadora del Flamboyán característico de La Vega. Una obra majestuosa que se eleva con coraje y gallardía; que es imponente, que transmite convicción y fortaleza a la vez. Se trata de un gigante, impresionante centinela, victorioso, elegante, silente y perenne.
El conjunto, que abarca la escultura y la plaza, también diseñada por el artista Raúl Morilla, arquitecto de profesión, está compuesto por jardinería en líneas curvadas y una fuente de agua, concluye en El Centinela, el que protege la ciudad, el que se impone misterioso, glorioso y seguro de su función.
Posee en su mano un puñado de ramas de olivo en señal de triunfo, gloria y honor. La escultura tiene una altura de 24 metros en total. Cuatro metros corresponden a la base y 20 metros a la escultura en sí, convirtiéndose en la escultura más alta del país. Está concebida como una estructura de metal con un vaciado interior de hormigón.
En su exterior es esmaltada con pintura de uretano, resistente y duradera que a su vez refleja la luz, evocando los rojizos tonos de las flores del Flamboyán. Icónico, desde ya, El Centinela da a La Vega un nuevo giro.
Esta escultura, que evoca la serenidad de un centinela, «es un poema visual que danza entre lo sublime y lo efímero, captura la serenidad vigilante del centinela fusionada con la melancólica belleza de la flor del Flamboyán, revelando la interconexión entre la protección divina y la transitoriedad sublime de la naturaleza», explica el propio artista y creador. Es, a su vez, una oda hacia la eternidad, que se eleva hacia el inmenso azul o se integra con conmovedora belleza a los atardeceres de múltiples matices para ofrecer un espectáculo único y conmovedor cada día.
Este nuevo símbolo, orgullo además para todo el país, enaltece a esta centenaria, cultura, olímpica y carnavalesca ciudad, ha sido creado por un artista vegano reconocido internacionalmente por sus obras, premios y por su alto sentido estético e impecable rigor estético en la creación de sus obras.
«La obra debe invitar al espectador a ser parte de ella», dice Morilla. En este sentido, los habitantes de La Vega, visitantes y turistas pueden visitar la obra y disfrutar de una experiencia gratificante. La magnánima escultura atrae la atención de quien se desplaza por la Autopista Duarte. Se trata de un nuevo atractivo de La Vega, un nuevo lugar a visitar, contribuyendo con ello a reforzar el patrimonio artístico y cultural de La Vega y su identidad. Este nuevo símbolo vegano, orgullo además para todo el país, enaltece y agrega importancia turística a la zona.
Raúl Tamayo Morilla Rodríguez
Nació en La Vega, República Dominicana en 1972. Es instalacionista, escultor y dibujante. Egresado de la Escuela de Bellas Artes “Francisco Soñé” de su ciudad natal. Arquitecto egresado de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA). Completó sus estudios artísticos con varios talleres en Altos de Chavón, así como en Santo Domingo y Cuba. Posee un diplomado en Historia del Arte. Desde 1994 es docente de dibujo artístico, diseño y expresión plástica en la Universidad Católica Tecnológica del Cibao UCATECI. Sus obras se encuentran en diferentes museos e instituciones, ha expuesto Miami, Atlanta, Senegal, Parìs, Cuba, Israel, Portugal, Alemania y Colombia.
Fuente: Luisa Rebecca Valentín