Santo Domingo, República Dominicana.- Como un homenaje a Califé, uno de los personajes más populares del carnaval dominicano se creó Cuentacuentos Califé.
Dar vida a personajes nacionales e internacionales, eventos o situaciones y promover el gusto por la lectura al narrar historias verídicas a través de cuentos es su objetivo.
La propuesta Califé fue creada por Luz Bala y Ricky Ran, artistas escénicos con múltiples recursos lúdicos y docentes, especializados en grupos infantiles y juveniles, quienes escriben sus propios cuentos sobre temas y personajes de interés general.
Cuentacuentos Califé se fundó en enero de 2016 y su primera función fue en la escuela de Marilín Gallardo con el cuento Adolfo el Niño Cocolo, en honor a Adolfo Nadal Walcot y los Guloyas.
Desde entonces se han presentado en diferentes escenarios, tales como en la Sala Ravelo del Teatro Nacional, Acrópolis Center, Occidental Mall, The Ashton School, Teatro Guloya, Centro Cultural de España y Museo de Arte Moderno.
Miles de niños y niñas han podido disfrutar de Cuentacuentos Califé, que dispone de un repertorio de más de 25 cuentos. Los más solicitados son “Adolfo el Niño Cocolo” y el cuento “Los Novios de la Revolución”.
También «El Pequeño Gran Juan», «Minerva la Mariposa de los Libros», «Humanos en Peligro de Extinción», «El Príncipe Guarocuya», «La Tierra y Tingo, Tingo y la Tierra», «Yo Tengo un Sueño», «Hostos, el Educador de América», «Los Gavilleros», «Negro Cabeza Caliente», «La Familia Corona» y «Rigoberta, la Princesa de América».
«Nos dimos cuenta de que hay muchos personajes de la historia que se conocen poco, muy poco o nada y que a través de los cuentos podíamos darlos a conocer», explica Ricky.
Relata que ambos han sido docentes, trabajaron en Ciencia Divertida y aprendieron mucho sobre el contacto con el público y cómo hacerlo más interactivo. «Eso nos sirvió un poco como de escuela para crear el concepto de Califé».
Su más reciente presentación en el Centro Cultural de España fue el cuento Sebastián Lemba, Negro Libertad (Lemba Ye). Cuenta el Califé que había una vez un niño llamado Sebastián Lemba, que saltaba ríos, subía montañas y corría a la velocidad del viento. Por eso amaba la libertad, no soportó la esclavitud y se liberó al grito de Lemba Ye.
Suelen decir que vivir del cuento es ser holgazán; pero en el caso de Luz y Ricky, que también viven del cuento, es lo contrario. Trabajan de corazón, con toda el alma, al entregar amor y conocimientos a los niños a través de su talento y carisma. Su lema es educar a través de la alegría.
«Cuando veo los ojos de los niños, es como sentir la presencia de Dios».
Ricky Ran
Explica que cuando Cuentacuentos Califé sube al escenario o improvisa en cualquier lugar, buscan, primero, mostrar el personaje, hacer la historia y que sea entendida por la gente.
«Queremos divertirlos, entretenerlos, porque en esa envoltura de diversión y entretenimiento tu mente se abre y está dispuesta a aceptar cualquier mensaje», afirma.
Estos encuentros encantan, porque casi a todos los niños les gustan los cuentos y como todos son partícipes, dan vida a las historias a través de la grata experiencia de ver, escuchar, jugar, brincar, vociferar, dibujar o bailar mientras se embarcan en la fascinante aventura de aprender.