Santo Domingo, República Dominicana.– Aún estás sobreviviendo con el temor a flor de piel, preguntándote ¿y si no vuelvo al trabajo? Casi no duermes, ¿quién tendrá el virus? No acabas de comprender por qué hay quienes salen sin necesidad, exponiéndose y exponiéndote.
¿Si no se consigue la prueba?, ¿si los bancos no funcionan?, Dios mío ¿cómo estarán los que viven de empleos informales?, !Virgen de la Altagracia mete tus manos a los que ni empleo tienen!
¿Hay mascarillas suficientes?, ¿hasta cuándo te van a pagar?, Pero lo que aterra de verdad es que se acabe la comida y por eso compras demás y hasta lo que no necesitas.
¿Tendré el virus y no lo sé?, ¡errr pipo! ¿y si lo contraje hoy? !Dios mío! Presentaron un vídeo por el Show del Medio Día, en el que muestran un experimento en que una persona positiva propaga el virus hasta hablándole a una distancia más o menos prudente a otra persona. ¿Sobreviré al COVID-19? Ohhh Señor, ¿qué pasará?
Hora de buscar alternativas
Si piensas que no puedes hacer nada, que estás entre la espada y la pared, no es verdad.
Es hora de buscar alternativas. Con ese tormento 24/7 ningún ser humano resiste y si no lo mata el virus, lo mata la angustia, el estrés y la incertidumbre.
Confianza, fe y esperanza se imponen.
Hay infinidad de cosas que se pueden hacer además de seguir las instrucciones que han dado las autoridades, en las que debemos confiar y brindar todo el apoyo posible. Agárrate de Dios con la fe y mantén la esperanza, lo que nunca se debe perder.
Ora
Si tienes fe aférrate a ella. No importa si eres católico, evangélico, budista, si practicas yoga, si eres metafísico; ponte a rezar, orar, meditar, busca por dentro tu luz interior, decreta salud para los seres humanos.
Brilla
Por la mañana da gracias a la Divinidad por estar vivo, por estar sano, y si estás enfermo clama salud, luego visualiza al planeta lleno de luz. Imagínalo, siéntelo, observando a las personas abrazando, paseando agarrados de manos, riendo, jugando; los aeropuertos abiertos. Todo normal, como hasta hace poco.
Vibra
Para subir tu vibración y por ende tu sistema inmunológico, aprende a respirar conscientemente, trata de ingerir nutrientes que tengan energía solar, como semillas y frutas y practica la risoterapia. Donde hay una vibración alta no entra la enfermedad.
Ríe
Mira películas y vídeos que te provoquen risa o comienza a hacer ejercicios de risa. Ríete a carcajadas, que aunque la risa será fingida, o quien sabe si te relajas y puedes sacarla «orgánica», el cerebro la copia como verdadera e inmediatamente comienza a mandar endorfina, la hormona de la felicidad, por todo el cuerpo.
Tu mejor versión de ti
El momento es propicio para hacer de ti tu mejor versión y soltar la mochila. Esos prejuicios, críticas, miedo al qué dirán, culpas, tratar de agradar a todos, llamar la atención, guardar rencor… todo, suéltalo todo.
Llegaste a la noche. Pues vuelves a agradecer la vida. Y, si vibra contigo, ten esta conversación con la Divinidad:
”Gracias mi Dios por una noche más. Envuélveme en tu luz y desde el centro del corazón envía luz a cada corazón en el planeta; ilumina a cada ser vivo en el mundo, impregna de luz todo el planeta. Gracias por mantener saludable a cada una de mis células, así como el cuerpo mental y emocional.”
Perdón
Antes de dormir, perdónate a ti mismo y a los demás. Generalmente la persona es muy exigente consigo misma. No tienes que ser perfecto o perfecta, ni eres la mujer maravilla. La vida tiene doble vía hay que dar y recibir; hacer y dejar de hacer; por eso haz lo que puedas y cuídate.
Busca por dentro, ruega con todo el corazón a tu querido espíritu, acuéstate con la certeza de que la Divinidad no ha abandonado al mundo, que todo lo que sucede es un proceso. Jamás pierdas la fe y la esperanza, pues siempre habrá un mañana, un mañana mejor; y confía y apoya a quienes tienen la gran tarea y responsabilidad de cuidarnos y guiarnos a través de este oscuro túnel, donde al final, está la luz.