Santo Domingo, República Dominicana.- Cristian Galván y Mía Espinosa contrajeron matrimonio en agosto de 2019. Fue como lo soñaron.
Lo decidieron con un año de antelación, se prepararon y se ocuparon de los detalles juntos.
En sus años de noviazgo aprendieron a conocerse y aun lo hacen. Les gusta tomar vino, hacer viajes, disfrutar en compañía de amigos y familiares.
“Ya habíamos tocado el tema de casarnos pero fue a finales de agosto del año pasado que él me hizo la propuesta. Estábamos en un hotel de Bávaro, pues precisamente yo era maestra de ceremonias de la boda de un familiar que se realizó en ese hotel. Entonces nos fuimos todo el fin de semana para allá. La boda fue sábado y al día siguiente él preparó todo. Personalizó una botella de mi vino favorito, preparó la habitación con velas y rosas, muy bonito. Y así fue. Esa misma noche decidimos que nos casaríamos en un año, para la fecha de nuestro aniversario de novios, que es el 4 de agosto, pero como para este año caía domingo, elegimos hacer la boda el día antes”.
Cristian y Mía le dieron su toque personal e hicieron con sus propias manos todo lo que pudieron. “La wedding planner fue en coche”, dice con una sonrisa Mía Espinosa.
El día de sus bodas Cristian y Mía lucían radiantes. Era obvio que la ceremonia fue muy bien concebida y planificada. Muy especialmente sus invitados. Gente querida que compartía y disfrutaba su felicidad.
Cristian desfiló del brazo de su abuela, Teolinda Guerra. Mía fue entregada por su padre, Ernesto Espinosa.
Nunca se apagó la luz de sus ojos ni la sonrisa en sus labios. Estaban, como ellos mismos afirman, viviendo un sueño hecho realidad. Tras el sí acepto y su respectivo primer beso como “marido y mujer”, Mía y Cristian se movieron al ritmo de “Bailando contigo”, de Manny Cruz, en un cálido abrazo bajo las estrellas.
En el transcurso de la ceremonia, realizada en los acogedores espacios de Praedium Garden Events, resaltaron las palabras de Ernesto Espinosa, quien aprovechó el brindis para recordar al nuevo matrimonio que el amor tiene sus matices y que como pareja habrán de buscar el balance entre estos para mantener viva su relación.
La noche se coronó con alegría y fiesta “loca”.
Su historia
Mía y Cristian tienen temperamentos fuertes, pero son flexibles y analíticos, lo que resulta beneficioso para su relación de pareja. Reconocen que no ha sido fácil, pero se esfuerzan por siempre llegar a un acuerdo y han aprendido y continúan aprendiendo a sobrellevar todo, a conversar, a negociar…
Eran compañeros de trabajo cuando se conocieron, en 2015. Él tuvo mucho tiempo observándola antes de ser presentados.
“Ambos trabajábamos en Aduanas, en el mismo piso, pero en alas diferentes. Según él, tenía mucho tiempo viéndome pero yo nunca lo había visto”.
Cristian confiesa que le atraía su mirada “tierna y sensible”, su personalidad e inteligencia, su actitud, su forma de caminar, los temas de conversación, su trato y el valor que se da a sí misma.
Tras un año, inició su noviazgo. Cristian la conquistó con su sentido del humor, “que hasta el día de hoy me hace reir mucho, siempre ha sido muy atento y fue muy persistente en la conquista”.
Los cómplices
Ernesto Espinosa y Belkis Urbáez, padres de la novia; Cristian Galván y Teolinda Guerrra, padre y abuela del novio, respectivamente, fueron parte de los cómplices de esta unión, al igual que Anyi Lizardo y Stalin Méndez, quienes fungieron como padrinos.
Llevar los anillos de boda fue la misión del pequeño Edison Frías, en tanto que el cortejo estuvo integrado por las damas Cristi Galván, Milka Martínez y Jeimy Hernández, quienes desfilaron lideradas por Sol Espinosa como dama de honor. Junto a ellas, los caballeros Miguel Matos, Williams Tejada y Pedro Moreno. La wedding planner fue Maricarmen Núñez.