Santo Domingo, República Dominicana. Para honrar la labor de dos gestores dominicanos de las artes populares japonesas, el bonsai y el origami, la embajada de Japón en el país organizó un almuerzo.
Los homenajeados por el diplomático japonés Hiroyuki Makiuchi fueron el dermatólogo Edgardo Jorge Job, en bonsai y el periodista José Rafael Sosa, en origami.
Makiuchi destacó que Jorge Job y Sosa han dedicado años a la difusión de estas dos artes populares de su nación y son un ejemplo de acercamiento a la cultura entre los dos pueblos.
Jorge Job conoció el bonsai cuando viajó en 1972 a Japón a estudiar dermatología en la Universidad de Kawasaki y regresó a país impactado por el efecto terapéutico en el crecimiento personal que implica el cuidado de árboles enanos.
Sosa, de su lado, fue iniciado en el origami por el escritor Manuel Llibre Otero, durante una feria del libro en el Ateneo Amantes de la Luz, en 1992, en Santiago, y desde entonces se dedicó a promover ese arte, especialmente entre maestros y maestras.
El embajador Makiuchi sostuvo que se hacía un acto de justicia al reconocer estos dos dominicanos, responsables de la difusión popular en el país de estas dos expresiones artísticas y existenciales japonesas.