Santo Domingo, República Dominicana.- Reír sinceramente desde lo más profundo del ser por algo divertido o que te cause agrado te envuelve en un ambiente mágico porque, definitivamente, la risa es expresión de alegría y felicidad.
La risa es un elixir para el cuerpo y el alma. Junto con el amor es una de las energías más elevadas que existen. Su gran poder comienza a sentirse tras una broma, sorpresa, chiste, relajo, hasta reírse de uno mismo, tan solo una leve sonrisa proporciona bienestar físico, mental y emocional.
Las carcajadas son tan contagiosas y tienen un efecto dominó, porque cuando escuchas o ves reír a alguien se activan unos procesos neuronales en el cerebro que responden automáticamente aun sin saber de qué se ríe la otra persona.
En este tiempo es mucho más necesario reír, ya que protege el sistema inmunológico al contribuir a la creación de linfocitos naturales como las NK (células que tienen como objetivo terminar con células virales o cancerígenas).
Como se supone que no tienes muchas actividades físicas en estos días de pandemia, lee bien, pues también ayuda a relajar los músculos tensos y a quemar calorías, ya que al reir movilizas a 400 músculos del cuerpo, además de que permites liberar lipoproteínas y, con ello, a mejorar el colesterol.
Según el profesor Michael Miller, uno de los primeros investigadores de la Risoterapia, la principal función de la risa es mantener sanos los vasos sanguíneos para evitar problemas cardiovasculares.
Reir es beneficioso para el sistema respiratorio, pues cada vez que ríes a carcajadas los pulmones se llenan de aire y se vacían por completo, ayudando a regular la respiración y a hacer una limpieza de los gases residuales en su interior. Es tan eficaz que ya existen muchas terapias para personas con asma.
Reír a carcajadas tiene sus beneficios, no importa si es fingida o natural pues cuando al cerebro llega ese estímulo emocional y sonoro; inmediatamente ordena salir neurotransmisores secretados por la glándula pituitaria, tales como la endorfina, serotonina y dopamina (“hormonas de la felicidad”).
Y si todavía no te motivas a reír, pues debes de saber que existen motivos a nivel energético y espiritual para hacer de esta una práctica habitual.
Como instrumento espiritual te recomendamos el libro “El Buda de la Risa” de Mario Satz, el cual hace una historia de un monje vagabundo que vivió a mediados del siglo X y de quien se cuenta que alcanzó la iluminación.
De acuerdo a este autor, Buda recorría las aldeas y los pueblos de China recordando las virtudes de la risa y el buen humor a todos en el camino.
Asimismo, Proverbios 17:22 dice: “Un corazón alegre es como una buena medicina, pero un espíritu deprimido seca los huesos”. Casi todas las civilizaciones antiguas y los grandes filósofos dieron mucha importancia a la energía de alta vibración y frecuencia que produce la risa.
El efecto de la risa es pura energía vital, la alta frecuencia abarca todo alrededor y mientras más personas rían más se expande.
Aunque no es recomendable reunirse físicamente en estos tiempos, sí se debe alejar el miedo, tensión y preocupación a miles de kilómetros, al:
- Ver una buena película o video que induzcan a la risa.
- Hablar por teléfono para bochinchear, contar un chisme entretenido, hacer un cuento gracioso o recordar una jocosa anécdota.
- Ver Tik Toks divertidos, si eres dominicano, por ejemplo de chicas haciendo mímicas como imitando las voces y forma de hablar de Nani Peña o de Yadira Morel.
- Pertenecer a un grupo virtual, por ejemplo en Whatsapp con participantes activos, alegres y dinámicos.
Estas son algunas sugerencias para inducirte a reír un poco más, luego de informarte los múltiples beneficios de pasar un buen rato. Ah, y nunca olvides que con la risa ni pierdes, ni empatas, solo ganas.