Santo Domingo, República Dominicana.- Histeria colectiva. Se cayeron los servicios de Facebook, Instagram y WhatsApp. En mi caso, mi último mensaje de WhatsApp lo recibí a las 11:07 de la mañana.
Y sí, reinicié mi celular, lo apagué. Revisé la conexión a la internet. Bien. Navegué y me dí cuenta de que había problemas. Y deben ser muy serios porque ahora son las 6:00 de la tarde. Más de seis horas sin producir dinero el «pobrecito» Marck Zuckerberg.
Desde entonces mi amiga Mayra y yo nos relajamos, a esperar pacientes, seguras de que el problema, cualquefuere, se resolvería a la brevedad posible. Si no, los bolsillos de ese mulltimillonario sufrirían (en realidad lo decíamos como un consuelo, porque los millones de ese señor son duros de roer).
No me gustó el intento de minimizar el problema que refleja Facebook en su comunicado, de acuerdo a la publicación de la BBC News, cuando dice: “Somos conscientes de que algunas personas tienen problemas para acceder a nuestras aplicaciones y productos. Estamos trabajando para que las cosas vuelvan a la normalidad lo más rápido posible y pedimos disculpas por cualquier inconveniente».
Mientras, los correos electrónicos y las llamadas telefónicas «normales» de seguro elevaron su tráfico. Twitter se despachó hasta el infinito y más allá. Sus propietarios debían estar con los dedos cruzados rogando que no le pasara nada a su plataforma.
Después de teorizar sobre la falta de información, el manejo de la crisis y otros aspectos, nos entretuvimos de lo más bien viendo los memes y el protagonismo de Twitter.
Pero sobre todo nos llamó la atención la creativa respuesta de muchas personas y empresas que, aprovechando la oportunidad, se montaron en la ola para promover sus actividades y servicios.
Uno de ellos fue Edgar Argüello quien, con su inconfundible y particular estilo, intenta conectar con un decálogo de cosas para hacer si se caen Instagram, WhatsApp y Facebook, como una intro para la promoción de su taller «Community Management Express» y de su webinar «Una idea, siete contenidos».
Te recomendamos que los leas aquí y te dejamos su contacto (Whatsapp -cuando resuelvan el problema- 1-829-966-7414), por si te interesan los temas, de mucha actualidad y demanda por cierto.
Decálogo a lo ArgÜello:
- Vete a Twitter a quejarte que Instagram se cayó. Usa el hashtag #Instagramdown para que el bullying esté completo.
- Leer el periódico. Sí, uno de papel. Ojalá sea de esas que tienes que usar las dos manos de los grandes que son…. y cuando se doblan para adelante tienes que golpear la hoja con tu nariz.
- Comer sin tirarle una foto a tu plato. Así era antes y siempre podrá ser así. Comer caliente tiene sus beneficios 😉
- Leer una revista. ¿Ya leíste la última Revista Contacto? Salgo yooooooo 🤪 (payola FULL).
- TRABAJA. Muy útil para las compras de fin de año navideñas. Aprovecha la falta de distracciones y aplica tu tiempo a algo que tiene un retorno más allá de un «like».
- SAL AFUERA. Es redundante, lo sé. ¿No vas a entrar pa´dentro verdad? Es como subir pa´rriba o bajar pa´bajo… pero sal afuera y MIRA… en silencio. Y sin tomar fotos (mira el punto número 3).
- LLAMA un amigo, tu mamá o papá. Sí, Acuérdate que el celular tiene más funciones que recolectar corazoncitos. Tambien sirve para conectar con corazones en el mundo real =).
- Vete a #LinkedIn. Esta vaina casi nunca se cae. Busca a un trabajo nuevo. Si TIENES que estar conectado porque si no lo haces te da una chiripiorka, mira en los empleos a ver que empleo nuevo hay para ti. Si necesitas ayuda con tu perfil, envíame un DM. Tengo asesorías para eso. ☺
- AGRADECE el break. Llámalo como quieras, pero algo te está diciendo… «deja esa vaina por 5 minutos»… al favol…
- VIVE TU VIDA. Deja de llevar la vida de otros y preocúpate del tuyo. Coñazo. ❤
De igual forma, la reconocida empresa educativa Open English activó sus acciones de marketing digital y bombardeó correos masivos promocionando sus precios «colapsados», como las redes sociales. Sus copys son ligeros y frescos.
«Ahora que las redes sociales colapsaron, ¿qué hacemos? Algunos leerán la etiqueta del champú en el baño, otros tomarán una siesta y unos pocos pensarán en la vida… o trabajarán más duro, ¿no? ¡Tú puedes aprovechar esta caída para aprender inglés! No pierdas esta oportunidad y llévate una OFERTA ESPECIAL en el curso online líder de Latinoamérica. Corre, ¡antes de que todo vuelva a la normalidad!»
Nosotros, mientras, trabajamos, es cierto, un poco más. Definitiva e indiscutiblemente que el tiempo que dedicamos a las redes sociales resta a la productividad. Se calcula que en promedio dos horas y media todos los días.