Foto de portada: Tirso González.
Santo Domingo, República Dominicana.- Para Yvelisse –Yve- Ramos y Leo Suberví compartir su vida ha sido como un viaje de aventuras que ha superado sus expectativas.
Tres décadas en las que han aprendido y han crecido juntos, llevando como equipaje el amor, el apoyo, el respeto y la aceptación el uno del otro.
Ella, espiritual, dulce, mediadora, atenta y servicial. Él, alegre, entusiasta, con buen sentido del humor, atento y, artista al fin, distraído.
Con estas precisiones se describen, evidenciando que en cuatro años de noviazgo y 26 de matrimonio han aprendido a conocerse y a amarse tal como son.

“Leo es la perfecta otra mitad. Me conoce, me aterriza, me consiente, me protege, me importantiza y se preocupa de que yo sea feliz”, dice Yve, resaltando además sus dotes de conversador, de hombre preocupado, responsable, colaborador en la casa, “y aunque odia fregar, ama cocinar, lo cual es un plus en cualquier hombre. Es un excelente tercio y compañero”, enfatiza.
Su esposo se refiere a ella como una persona paciente, mediadora, aterrizada, “quien le baja la velocidad a mis aceleres. Es el eje espiritual de nosotros como pareja y como familia”.
También es “enferma” con la limpieza, el orden y la decoración. Prefiere no cocinar, sin embargo, siendo de gustos exóticos le agradan los detalles en la cocina, “un cafecito bien servido, una picaderita y servir postres”.
El dúo, que además es compañero de oficio, goza del privilegio, bendición y orgullo de tener como parte integral de la familia a sus hijos León Yamil y Andrés David, quienes han seguido los pasos de sus progenitores como profesionales de la música.
Entre ellos prima la comunicación, la claridad y confianza.
Les damos participación de lo que sucede en nuestras vidas, les inculcamos el valor del trabajo, la satisfacción que causa ganarse el dinero y saber cómo utilizarlo. Les enseñamos a compartir el almuerzo, la cena, sentarnos y hacer sobremesa, reírnos y discutir sobre temas de cultura general, científicos y sociopolíticos.
Con León Yamil y Andrés David comparten sus experiencias, planes y metas y a ellos les gusta hacer lo propio.

“Hemos aprendido de ellos tanto como ellos de nosotros, y también hemos aprendido a dejarnos halar las orejas de vez en cuando”, afirman en tono jocoso.
De acuerdo a Leo, como centro espiritual de la familia, Yve equilibra la relación con sus hijos.
La fortaleza de su núcleo familiar se ha puesto de manifiesto en este tiempo pandemia. Los Suberví Ramos han crecido “enormemente” como pareja siendo resilientes y practicando la prudencia y la diligencia.
“Cuando uno cae anímicamente el otro apoya y motiva a levantarse. Hemos descubierto un sin número de razones para dar gracias a Dios, hemos aprendido nuestra capacidad de redescubrir nuevas opciones de ocuparnos e importantizar lo realmente valioso, que es lo intangible”, afirman.
En el ámbito laboral también les ha funcionado porque si bien la pandemia los afectó y tomó por sorpresa, ya tenían una base de trabajo que los ayudó a mantenerse en este tiempo y, como visionarios, han seguido trabajando.
“No nos hemos quedado esperando a que llueva café, hemos sembrado en tiempos de crisis para poder recoger frutos cuando todo esto pase”.
Trabajan en los suyo: la música
Leo, que de carrera es mercadólogo, ha descollado como exitoso director de orquesta y productor musical y artístico, al frente de Leo Suberví Músika, empresa que lleva más de tres décadas en el prestigioso mercado de eventos en República Dominicana.
Yve, abogada especializada en el área impositiva, se ha destacado y mantenido por más de 20 años como vocalista femenina líder de la orquesta Alto Contraste.
Se conocieron de manera casual. Un día, Leo ensayaba en un Club de la capital, donde Yve visitaba con su familia. Sus primos quisieron que ella cantara una canción y le pidieron a Leo que la acompañara. Cantó junto a su hermana y a partir de ahí, Leo las buscó para proponerles que trabajaran con él.
Su relación, que en principio fue estrictamente profesional, se convirtió en personal y sentimental en el fragor de sus responsabilidades laborales.
“Me conquistó su calidez humana, su cercanía sutil a mí con respeto, aunque persistente. Llegó un momento que me fui sintiendo cómoda y segura a su lado. Vi en él un joven trabajador, progresista, y con verdadero interés, me gusta la estabilidad”, relata Yve.
A Leo, en tanto, le atrajo su voz y lo conquistó su misterio.
“Me pareció que la había conocido de toda la vida, una joven prudente, de buena familia de la cual me enamoré”, revela.
Pero no todo fue color de rosas. Los compromisos estudiantiles de Yve y los gajes del oficio de Leo fueron una tarea difícil de resolver, hasta que ella decidió dedicarse por completo al mundo de la música.
“Un año antes de casarnos hubo una ruptura importante, lo cual nos llevó a madurar la relación y a entender que realmente queríamos llevarla a un plano superior”.
“Queríamos hacer vida juntos, trabajar para levantar una familia estable, y si algo dejamos claro es que “negocios son negocios” por lo que tenía que haber una remuneración tangible y palpable por el trabajo independientemente de la relación personal que estábamos iniciando. Nuestra empresa es familiar, donde todos somos accionistas”.
En ese sentido, compartir intereses profesionales les ha aportado más de lo que los ha afectado, aseguran.
“Sin embargo, debemos reconocer que el viaje no es fácil, porque estamos 24/7 viéndonos la cara como socios y compañeros de trabajo”.
Entienden que la clave ha sido el equilibrio y aprender de las experiencias y aventuras que han podido vivir en familia.

En este trayecto de aventuras han vivido momentos muy significativos, como tener por cortejo a sus hijos y sobrinos en las bodas ante la iglesia, después de seis años de matrimonio civil.
O ver a sus hijos graduarse e incursionar con éxito en la producción musical y que uno de ellos cantara el himno dominicano en el Fenway Park, invitado por los Red Sox de Boston a la despedida de David Ortiz, comenta Yve.
“También hemos tenido momentos de mucho orgullo, como ver a mis hijos nominados al Latin Grammy, y este año pasado ser ganador por mi tema “Ha llegado el amor” escrito para Eddy Herrera”, dice Leo.
Pero ambos coinciden en que nada superará la pérdida de su hijo Gabriel, quien hace cerca de 20 años elevó sus alas de ángel con apenas doce meses de vida.
Aseguran que el dolor los hizo madurar de golpe como familia y los llevó a conocer la resiliencia. Les cambió la forma de ver la vida y les hizo una pareja con una visión distinta: entender que nada era más importante que estar juntos.
YVE
Nació: en Santo Domingo. La menor de cinco hermanas de padre y madre.
- Padres: Nelly Concepción y Ramón Ramiro Ramos, veganos que formaron una familia cargada de valores, principios y legado de trabajo.
- Formación artística: estudió Teatro con Basilio Nova; actuación con Enrique Chao y varios profesores de canto. Ha incursionado en obras de teatro y musicales como “Evita” dirigida por el maestro Amaury Sánchez.
- Gustos: gustos muy particulares, sencillos, pero de buen acabado, aunque en el escenario apunta hacia el glamour. Le gusta compartir en familia y disfrutar juntos de una buena comida. Servicial, atenta y buena anfitriona.
- Creencias: cristiana, católica, DIOS es el centro de todo, el mundo fuera perfecto si nos aceptáramos tal cual somos y supiéramos comunicarnos mejor.
- Temperamento: firme en sus opiniones, de carácter, transparente y auténtica. Paciente, prudente, organizada, exigente del buen trato.
- Filosofía de vida: el secreto de la felicidad está en vivir en paz. En el mundo no hubiera guerra si hubiera mejor comunicación entre las naciones.
- Familia: como esposa, entregada, leal y solidaria; como madre, firme pero abierta al diálogo, exigente con el tiempo a la familia. Cree en la confianza y en dar espacio a cada quien en casa.
LEO
- Nació: en Santo Domingo.
- Padres: César Suberví, de Barahona, y Lourdes Martínez, de Santiago de los Caballeros. Es el menor de cuatro hermanos de padre y madre, ya que tiene otros hermanos.
- Formación artística: su preparación musical incluye a maestros como Tony Vicioso, Olga Voight, Juan Luis Guerra y Sócrates García. Se inició en la percusión pasando poco tiempo después al piano. Recientemente se certificó en Producción Musical y Sonido y también es certificado en Coaching y Organización de Eventos.
- Gustos: compartir con amigos, la buena comida y un buen vino, su hobby es cocinar, y su pasión son las parrillas.
- Creencias: de fe cristiana, católico, amante del aprendizaje, curioso y respetuoso de la ciencia.
- Temperamento: impaciente, acelerado, inquieto, curioso, cariñoso, conversador, exigente en el área laboral, perfeccionista, innovador, prudente para los riesgos.
- Filosofía de vida: disfrutar cada momento al máximo, sin excesos, demostrando amor en su entorno.
- Familia: apegado a su familia, trata de ser amigo de sus hijos.