SANTO DOMINGO, República Dominicana.- De alguna forma todos tenemos esas memorias en común. Esos programas que dicen que no somos lo suficientemente buenos o que no somos tan inteligentes.

Son programaciones mentales en que no importa el nivel social, color, ni edad. Lo que tenemos que recordar es quiénes somos y el poder que todos tenemos para cambiar nuestras vidas sin depender de nada ni de nadie.

Existen personas que no se preocupan por ellas mismas y no saben ponerse en primer lugar porque los programaron desde que eran niños diciéndoles que eso es ser egoísta. Ponen a los hijos, esposos o esposas y hasta a los jefes primero, pero deben detenerse, analizar su realidad, asimilarla y reprogramarse.

Deben hacer una elección consciente por ellos mismos, porque ese primer lugar les corresponde y nadie, absolutamente nadie, puede decir que son egoístas por eso.