En mi familia somos amantes de los animales y los defendemos con uñas y dientes. Son seres que lo único que no hacen es hablar, pero tienen sentimientos indescriptibles. Son como niños pequeños que buscan de tu cariño y se hacen querer como si fueran parte de tu familia.
En estos días hemos pasado por momentos de mucha tristeza, primero murió nuestra perrita chihuahua. La tuvimos por nueve años. Era como una niña traviesa, juguetona y noña. Entendía como una gente cuando le hablábamos. Su mamá murió de parto y ella nació prematura. Fue la única que sobrevivió de varios que nacieron. Volcamos nuestra atención a cuidarla y nos sirvió de consuelo. Para ella mi hermana era su mamá y mis sobrinas sus hermanas. Con el paso de los años las complicaciones con las que nació se fueron agudizando y le dieron varios infartos y a pesar de haber tenido los mejores médicos veterinarios, no resistió.
A menos de un mes de su partida, también murió nuestro gato, que aparentemente estaba bien. Lo llevaron a consulta porque le dio con orinar en todos lados, cosa que no acostumbraba. Los resultados de los numerosos estudios que le hicieron dicen que tenía piedras en los riñones y la vejiga, por lo que procedieron a operarlo. Pasó dormido dos días y no despertó más. Muyyy duroo y una doble tristeza en nuestros hogares.
La menor de mis dos sobrinas era la más apegada a él, aunque todos lo adorábamos. Ella hablaba y se comunicaba con él como si fueran dos personas iguales e incluso él dormía debajo de ella y si ella le cerraba la puerta en la noche se paraba en frente a llamarla para que le abriera.
A través de mi sobrina muchos de sus amigos han aprendido a querer y cuidar los animales.

Ella ha estado tan mal que hasta dejó de ir dos días a la universidad y una de sus compañeras, en un gesto de cariño, vino a visitarla y le trajo el más tierno y suave gato de peluche que pudo haber encontrado. Le dijo que este no sustituirá sus animalitos, “pero te hará compañía”.
Gestos como este son muestra fehaciente de que aun hay esperanza. De que no ha muerto la solidaridad, la amistad y que somos parte de una sociedad en la que hay mucha gente de buen corazón, con valores.