Santo Domingo, República Dominicana.- Antes de solicitar un visado de paseo o de no inmigrante, lo ideal sería buscar orientación de un profesional en asuntos migratorios que se encargue de orientarle correctamente de cuáles son los pasos a seguir y los documentos necesarios para presentarse ante un oficial consular y demostrarle que su intención no es quedarse a vivir en los Estados Unidos, sino ir a conocer y recrearse.
Existen muchos mitos y creencias sobre este tema, y los abogados expertos en asuntos migratorios, María del Carmen Álvarez y Julio Rodríguez, en esta oportunidad aclaran algunas dudas y ofrecen sugerencias para los lectores de Con Sentido Social, de cómo lograr obtener este permiso que es tan anhelado por muchos dominicanos.
Para estos profesionales del derecho lo primero que se debe hacer cuando se tiene intención de solicitar un visado es tener un pasaporte con una vigencia válida por seis meses como mínimo.
Luego, proceder a solicitar una carta de trabajo. También debe tener una constancia de movimientos bancarios, títulos de propiedad o contrato de alquiler, títulos de grado, entre otros documentos.
Álvarez explica que se debe tener en cuenta que los documentos no son la base fundamental para un cónsul tomar la decisión del otorgamiento o no de un visado, sino la situación general del solicitante, quedando el otorgamiento o no, a la discreción del oficial consular.
Sostuvo que los fuertes lazos que unen al peticionario en su país de origen es uno de los requisitos que tiene más valor para que la visa sea aprobada. Estos arraigos son el social, el económico y el familiar, siendo este último el más importante.
Manifiesta que muchos son los que creen que el haber logrado el permiso para entrar a territorio norteamericano les da privilegio de hacer ciertas cosas que no les está permitido cuando usted es turista.
Entre las principales problemáticas migratorias que presentan los dominicanos están los casos de quienes obtienen la visa de turista B1/B2, cuando estos se quedan en los Estados Unidos más del tiempo permitido que suele ser de 15 a 20 días.
Otro de los errores que suelen cometerse es trabajar con una visa B1/B2, de turista. La sanción sería la cancelación de la visa y la deportación al país de origen. Para trabajar en los Estados Unidos de América existe la visa de trabajo.
María del Carmen Álvarez citó entre otros de los motivos que pueden llevar a cancelar un visado suele ser el quedarse de manera ilegal o cometer un crimen y ser condenado en territorio norteamericano.
Julio Rodríguez, en tanto, refiere que no existe tiempo para volver a solicitar un visado luego de haber sido negada la solicitud, pero que lo prudente sería esperar de seis meses a un año.
También aclara que cuando se vence el tiempo de permiso de viajar a los Estados Unidos, es conveniente hacer la renovación lo antes posible, ya que pasado un año, se tendrá que hacer el procedimiento como si fuese la primera vez.
En lo concerniente a visas de paseo familiar, el experto en asuntos migratorios puntualizó que los padres pueden solicitar permiso de viaje a territorio norteamericano para sus hijos mayores de edad que estén bajo su responsabilidad, siempre que muestren una buena solvencia económica, como carta bancaria, papeles de casa, carros y otras propiedades.
Además, deberá presentar actas de nacimiento y de matrimonio. Cada uno por separado deberá llenar los papeles requeridos y hacer los pagos que se soliciten.
Para Álvarez y Rodríguez, estos años de trabajo conjunto les han llenado de grandes satisfacciones.
Una de ellas ha sido el caso de una clienta que después de haber tenido visa desde el año 1992, y en una de las veces que se le venció fue a renovar, el oficial consular de ese entonces le informó a la dama que ella no calificaba para renovación porque consideraba que se iba a quedar en los EUA. Sus hijas y su esposo tenían visa de cinco años (para ese tiempo era la cantidad máxima de visado).
La señora nunca más volvió a solicitar visa, y pasados 19 años, decidió regresar al consulado y aplicar por una visa, ya con elementos que le otorgaban otro estatus, entre ellos, un título profesional y trabajo estable con más de 15 años laborando en el mismo lugar.
«Ella fue a nuestras oficinas donde se le ofreció la asesoría consular de lugar, se le completó el formulario DS160, se le creó su perfil y la cita consular. Después de todo el proceso, se dirigió al Consulado de los Estados Unidos de Norteamérica en el país, donde le fue otorgada la visa por 10 años”.
Entre los planes a corto plazo de estos profesionales del Derecho, está seguir ampliando fronteras en el área de asesoría legal y migratoria, así como obtener mayores conocimientos a través de diplomados, cursos y talleres.