Santo Domingo, República Dominicana.- “Una buena crónica fortalece la imagen de todo lo que se trate de la condición humana. Eso puede ser una fiesta como un drama humano de cualquier naturaleza”.
Persio Maldonado, reconocido comunicador a quien Pasarela Rosa abordó para conocer un poquito más de lo que hace y piensa, compartió esta opinión.
Él también valora el aporte de la crónica social como fuente y como exponente de visiones distintas de los acontecimientos. “Me parece que se ha elevado sobre lo banal para dar cobertura, bien como notas informativas, como reportajes o como entrevistas para tocar temas de carácter esenciales para la sociedad”.
Como todo buen periodismo, la crónica social debe ser veraz, y no complaciente, y procurar siempre mayor independencia “porque su calidad la fortalecerá en su contenido y en la lectoría”.
Sobre este y muchos otros temas habló Persio Maldonado, quien a pesar de ser figura pública, podría ser para muchos un total desconocido.
De él se ignora, por ejemplo, que quiso ser cura, médico y presidente del país. Estas aspiraciones develan un profundo sentimiento solidario y una ferviente vocación hacia el servicio.
Tras sus gafas de intelectual, su icónica barba y su encantadora sonrisa, hay un hombre que tiene como estandarte el respeto por la condición humana y a su familia como centro de todo lo que hace.
Dice que el periodismo se quedó con él, pero la expresión es solo una forma de justificar su elección. Él se enamoró, se dejó seducir por el periodismo que, en esencia, es la manera en que canaliza toda su capacidad solidaria y su pasión por el servicio. Y lo que se hace con pasión contagia. Eso podría explicar la participación y entrega de su esposa e hijos en las áreas administrativas y operativas de El Nuevo Diario.
Cosette Bonnelly Betances, su compañera de vida, es periodista y banquera de profesión. Administra El Nuevo Diario. De sus tres hijos, Mónica, Sarah y Persio Sully, dos están directamente vinculados a la empresa o al oficio. Mónica es abogada, Sarah es periodista y Persio Sully estudió administración y es el gerente general del periódico.
“No solo me apoyan, han sido claves en el sostenimiento, modernización y multiplicación del periódico. Y diría que componen mi pequeño mundo. Nuestra relación familiar es excelente y muy cercana”, afirma Persio Maldonado al referirse a ellos y a la estrecha y hermosa relación que tienen, sobre todo porque le han regalado tres nietos: Matilda, Marco Alejandro y Elena, por quienes se desvive, como evidencian las numerosas imágenes que publica en sus redes sociales.
De sus hijos se siente satisfecho. Los describe como personas educadas, correctas, con sensibilidad humana y sentido del límite. Ese es su mejor legado a la sociedad: dejar una familia que al menos lo tenga como referencia ética.
Persio Maldonado tiene claro lo que quiere en el ámbito familiar y profesional. “Como familia nuestro proyecto es permanente y el propósito será siempre seguirlo fortaleciendo”, enfatiza.
En lo relativo al desarrollo profesional prevé la ampliación del periódico y todo lo que ha venido haciendo, como la edición digital y la televisión digital. “Tenemos planes para producir documentales cinematográficos, así como iniciar la trasmisión de películas en nuestra plataforma de productores con los que ya tenemos acuerdos”, adelantó.
Un día en la vida de este amante de la lectura y deportista –además- pues practica el tenis y viene de una casta de beisbolistas como Guayubín y Chichí Olivo Maldonado, inicia a cinco de la mañana. Va a Matinal, Canal 5, de 6 a 8 de la mañana y luego va a su oficina en El Nuevo Diario.
Tiene un estilo muy definido de liderazgo, en el que resalta su inclinación por delegar, convencido de que a las personas hay que darles la oportunidad de asumir sus responsabilidades.
“Me gusta que las instituciones operen sin mí y cuando llego a ese punto se hace muy fácil dirigirlas”.
Pese a que se describe como una persona disciplinada y planificada, a quien no le gustan los cabos sueltos, Persio Maldonado asegura que se estresa poco. Ha sabido adaptarse a los cambios que dicta la tecnología, convencido de que es una ayuda invaluable para rendir en sus tareas.
“Trabajo mucho con el tenis y el periódico por la vía digital y eso me ayuda a rendir mi tiempo y no vivir estresado. Me gusta planificar el tiempo y con disciplina las cosas se hacen bien y a tiempo”.
Confiesa su preferencia por el periodismo escrito. Le gusta más esta dinámica quizás porque su vínculo con la comunicación se originó en un periódico escolar y aun sin terminar el bachillerato tuvo la oportunidad de trabajar en el periódico El Sol, en principio en Santiago y luego en Santo Domingo, permitiéndole esto tener contacto con reconocidos profesionales del área a los que considera sus maestros.
Su experiencia en el ejercicio del periodismo en épocas distintas le hace consciente de que uno de los mayores desafíos es la capacidad de adaptación y el aprovechamiento de las transformaciones que provoca la tecnología.
Apuesta a una prensa libre, sin la cual no concibe la democracia. Cuestiona la injerencia de sectores de poder en el ejercicio periodístico y deplora las dificultades económicas que han atravesado las empresas del sector provocando la migración de buenos talentos hacia instituciones públicas y empresas privadas.
“Pienso que necesitamos mejorar las condiciones salariales para mejorar la calidad del ejercicio. Y también necesitamos mayor acceso a las fuentes públicas y privadas de interés público, tal como establece la Constitución de la República. Y sobre todo, necesitamos una clase social que asuma el rol de los medios como un valor incuestionable de la democracia”, precisa.
Es abogado. Estudió Ciencias Políticas, Contaduría y Gerencia de Proyectos. Director del periódico El Nuevo Diario y Presidente del Consejo de Directores de la Editora El Nuevo Diario, S. A. También, presidente de la Sociedad Dominicana de Diarios, Inc., de la Federación Dominicana de Tenis, Inc., y de la Confederación de Tenis de Centroamérica y el Caribe (COTECC). Nació en Santiago de los Caballeros, pero creció en la Línea Noroeste. Hijo de Persio Maldonado Torres (fallecido) y María Trinidad Sánchez Crespo. Tiene cinco hermanos de madre: Ramón, Ángel, Rojito, Nilbia y Ercida y tres de padre: José, Persio Alexander y Raquel.