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Santo Domingo, República Dominicana.- El matrimonio puede ser un jardín de rosas y el espacio ideal para la conversación y la negociación.

Allí, más allá del amor, el equilibrio, la comunicación, el respeto y el perdón pueden ser la clave del éxito de una relación.

Una comunicación adecuada puede hacer que las discusiones se conviertan en algo constructivo y que unan cada vez más a la pareja, en vez de separarla y crear rencores.

Además, reservar un espacio diario para conversar con su pareja acerca de cualquier cosa es una excelente costumbre que favorecerá afianzar y mantener una relación satisfactoria.

Estas y otras recomendaciones son ofrecidas a las parejas por la doctora Ana Simó, terapeuta de parejas, al desarrollar el tema “Infelizmente Casados” tratado a través de su programa Conversando con Ana Simó y por la pastora Juana Contreras, quien además se desempeña como coaching en Consejería y recientemente dictó la conferencia titulada: Matrimonio, jardín de rosas, publicada por la revista digital cristiana Hacedores de Luz.

Ambas, desde sus respectivos campos de conocimiento, hablan sobre el amor y el matrimonio por lo que, con motivo del Día del Amor y la Amistad, Con Sentido Social ha querido compartir con sus lectores las interesantes reflexiones y consejos que brindan para contribuir a tener una relación estable, duradera y feliz.

Dra. Ana Simó.

Para Ana Simó el amor no basta para mantener un matrimonio: “La mayoría de los divorcios ocurren por la inseguridad y la falta de confianza de las parejas. Muchas personas se casan y esperan que el otro sea su sirviente o que puede llenar todos sus vacíos emocionales y es de ahí que comienzan los conflictos”.

Dice que cuando los esposos no tienen una buena negociación llega un momento en que una de las partes, que es comprensivo y tolerante, se cansa de llevar la fiesta en paz al ver que el otro no va a cambiar, porque siempre cree tener la razón. “En una relación debe haber respeto mutuo, la opinión de cada uno es importante”.

“La mayoría de los matrimonio no son felices. Aunque se amen con todas sus fuerzas y se gustan, sienten que llevan una carga, porque el otro siempre le lleva la contraria; si uno dice que algo es blanco, para el otro es negro. El que habla siente que tiene un enemigo”, explica la profesional de la conducta.

Si digo blanco, tú dices negro y viceversa.

Señala que las parejas tienden a visitar el psicólogo y usarlo como juez y les dicen que les diga cuál de los dos está mal. “Para mí un profesional que se respeta no le va a decir a su paciente quien está bien o no”.


Uno de los casos que generan conflictos en los matrimonios es cuando llegan los hijos.

Ana Simó



“El hombre dice: esa mujer antes era todo conmigo, para donde quiera íbamos juntos y todo lo compartíamos, ahora yo estoy en último lugar. Pero no se da cuenta de que él no aporta nada en su rol de padre. Todo se lo deja a ella y solo funciona como proveedor”.

Antes el mundo éramos nosotros.

La mujer, en tanto, dice que su pareja desde que lo ascendieron de puesto en su trabajo sale a jugar golf con los amigos y lleva una vida que no está acorde con su posición económica. Comienza a pelearle porque en su opinión él ya no es el mismo. Ella no se da cuenta de que solo está reflejando sus inseguridades y su miedo a perderlo, termina diciendo la profesional de la conducta.

De su lado, Contreras aconseja a las parejas: “Cuida tu jardín, riégalo cada día con palabras de afirmación, de admiración, aprobación y expresiones de amor  hacia tu pareja, pero no solo digas que amas, demuéstralo con acciones.

Pastora Juana Contreras.

 

«Ama con un amor práctico, no solo teórico. Quita los pétalos marchitos de la rutina y procura que en tu  rosal las raíces sean profundas, las ramas sean fuertes y que las flores tengan buenas fragancias”.

 

 

La coach en Consejería expresa que es bueno recordar aquella tradición en las ceremonias nupciales, donde se esparcen pétalos de rosas rojas  por todo el trayecto que van a recorrer los novios hasta llegar al altar, simbolizando que en ese matrimonio nunca morirá el amor, ni se apagará la pasión, siendo este el significado de las rosas de color rojo.

«Entonces, ¿es o no el matrimonio un jardín de rosas? claro que siiii!, tu matrimonio es un camino de rosas! con la salvedad de que las rosas tienen espinas, pero no dejes de disfrutar tus rosas por temor a las espinas. Solo pon cuidado de estas, y disfruta tu jardín”, dice.

LAS ESPINAS SON NECESARIAS PARA MANTENER A SALVO LAS ROSAS, PROTEGIÉNDOLAS DE LOS ANIMALES DEPREDADORES.

“Les voy a enumerar algunas espinas que son necesarias en el matrimonio. Y digo espinas porque como seres humanos nos duele tener que utilizarlas, pero las necesitamos”:

Reconocer que fallamos. Hay que tener la suficiente humildad para aceptar que nos equivocamos, que no siempre tenemos la razón.

Perdonar las ofensas de nuestro cónyuge. Cuando me refiero al perdón, no lo hago como una manera que aceptar malos tratos y seguir ahí hasta esperar la muerte, no, me refiero a sanar el corazón, a no albergar rencores, no perdonar es como tomarse un veneno y pensar que el otro se va a morir. El Señor nos manda a perdonar.

Menguar. Habrá ocasiones en las que va a tener que ceder la razón, aun teniéndola, para que la relación no se dañe. El matrimonio no es una lucha de poder y de intereses, cada uno es un complemento del otro y quien tiene la capacidad de menguar es un afortunado. Dice la Biblia que la blanda respuesta aplaca la ira (Proverbios 15:1)


“Tu matrimonio sigue siendo una bendición de Dios aún con desacuerdos, aun con situaciones, con altas y bajas, tu esposo (a) sigue siendo un regalo de Dios para ti”.

Juana Contreras


Contreras advierte que la relación matrimonial no puede convertirse en algo asfixiante, que debe haber unidad y acuerdo, sin manipulación. «Todo lo que se ejerza sin equilibrio va a traer problemas, debe existir un equilibrio en todas las áreas de nuestra vida”, afirma.