Santo Domingo, República Dominicana.- La Inversión Extranjera Directa (IED) constituye una de las fuentes más importantes de financiamiento para los proyectos de los distintos sectores económicos.
Héctor Valdez Albizu, gobernador del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), así lo confirmó al señalar el “valioso aporte que genera la Inversión Extranjera Directa (IED) para el desarrollo de una economía pequeña y abierta como la República Dominicana.
Habló sobre el tema en la inauguración de la Gran Gala del Inversionista 2019, celebrada en el centro de convenciones MIREX de Santo Domingo.
“La inversión extranjera directa crea otros importantes beneficios para las actividades productivas de la economía, como son la transferencia de conocimientos y nuevas tecnologías, y la adopción de las mejores prácticas internacionales, contribuyendo no solo a la generación de divisas y de empleos directos e indirectos, sino también al incremento de la productividad, la innovación y el surgimiento de un mejor capital humano”.
Héctor Valdez Albizu
Según datos ofrecidos por el funcionario, la IED en el país ha promediado los US$2,500 millones en los últimos diez años, recibiendo en total unos US$27,000 millones durante este periodo.
Estable, dinámica y segura
Estos resultados, explica una nota enviada a Con Sentido Social, posicionan a República Dominicana como una de las economías de más expansión en el mundo, con un crecimiento promedio de 6,2% en 2013-2018, el más alto de América Latina durante ese periodo.
Resaltó que esa expansión económica ha sido acompañada de un clima de baja inflación, estabilidad cambiaria y creación de empleos.
Un marco jurídico de protección a la inversión
Valdez Albizu destacó los avances en materia legal registrados en República Dominicana, y citó varias leyes aprobadas, entre estas las de Fomento de Zonas Francas, Mercado de Valores, Propiedad Intelectual, Fomento al Desarrollo Turístico, Prácticas Desleales de Comercio y Medidas de Salvaguardas, así como las de Competitividad e Innovación Industrial, Defensa de la Competencia y de Fomento de la Actividad Cinematográfica.
Señaló además la infraestructura portuaria y de tránsito terrestre con que cuenta el país y los avances exhibidos en materia de competitividad que hicieron mejorar 5 de los 10 indicadores evaluados por el Banco Mundial en su ranking “Doing Business 2020”, especialmente en los aspectos de apertura de negocios, registro de propiedad y cumplimiento de contratos.
Aseguró que esas iniciativas legislativas, la paz social y la estabilidad política que caracterizan a República Dominicana, ha favorecido que desde finales de 2014 el indicador de riesgo-país (EMBI) esté por debajo del promedio de América Latina.
Sin embargo, el gobernador del Banco Central reconoció lo observado por la excelentísima Embajadora de los Estados Unidos de América, Robin Bernstein, al resaltar que todavía hay un camino por recorrer, donde aún existen ciertos obstáculos y aspectos a mejorar, como la reducción de la burocracia, el fortalecimiento institucional, la transparencia y la agilización de los trámites para la creación de nuevas empresas y adquisición de bienes inmobiliarios.
Crecimiento con estabilidad en 2019
Héctor Valdez Albizu resaltó que, a pesar de las condiciones adversas del entorno internacional, en el contexto doméstico, informaciones preliminares del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) señalan que la demanda interna continúa reaccionando favorablemente luego de la implementación de las medidas de flexibilización monetaria, y que, en efecto la economía se expandió 5.2 % interanual en el mes de octubre, luego de haber alcanzado 5.1 % en el mes de septiembre. De este modo, el crecimiento promedio durante en el período enero-octubre fue de 4.8 %.
Asimismo, sostuvo que este dinamismo registrado por la actividad económica en los meses recientes contribuiría a que el crecimiento económico de República Dominicana se ubique en torno a su potencial de 5.0% al cierre del año, manteniendo el liderazgo en la región de América Latina y el Caribe que, según el FMI, apenas crecería 0.2%. En adición, se mantendría la estabilidad de precios, con una inflación que cerraría entre 3.5% y 4%, dentro del rango meta de 4% ±1% del Programa Monetario del Banco Central.