Santo Domingo, República Dominicana.- «Quien, como una madre, con su dulce canto, nos disipa el miedo, nos calma el dolor, con solo brindarnos su regazo santo, con solo cantarnos baladas de amor».

Esta es una de las tiernas estrofas del Himno a las Madres de República Dominicana, mensaje con el que los dominicanos exaltamos la dedicación, abnegación y cuidado que ellas nos brindan.

Este himno fue escrito a principios del siglo XX por Trina de Moya, quien fuera esposa de Horacio Vásquez, presidente del país durante el período 1924-1930.

Se trata del canto por excelencia en las escuelas dominicanas para celebrar el Día de las Madres.

De acuerdo a la definición formal, madre es el individuo de sexo femenino que ha tenido descendencia directa, que durante nueve meses, nos cobija en su vientre hasta que llegamos al mundo. Igualmente, nos marca el camino a seguir en la vida.

Sin embargo, el concepto es más amplio, pues en los hechos trasciende lo meramente biológico.

Mediante sus mimos y cuidados, da vida a otro ser al que ha tenido que adoptar, sin importar las circunstancias. Madre no es solo la que pare, sino la que cría y educa a sus hijos con dedicación y esmero.

Hoy en día hay una gran cantidad de madres solteras, que hacen las veces de mamá y papá; por consiguiente, se encargan de proporcionar todo cuanto necesitan sus hijos para subsistir, como educación, salud y bienestar, sin esperar nada a cambio.

Image by Juuucy from Pixabay.

Esas son las que la sociedad llama «Mapa», por llevar en sus hombros la responsabilidad de ser única jefa del hogar.

Por eso: «Quien, como una madre, con su dulce canto, nos disipa el miedo, nos calma el dolor, con solo brindarnos su regazo santo, con solo cantarnos baladas de amor», cita Trina de Moya en otra parte de las letras de ese hermoso himno.

Mamá es la primera palabra que un niño pronuncia cuando comienza a hablar y la que escribe al iniciar sus estudios primarios en la escuela.

Este próximo domingo, 30 de mayo, si tiene viva a tu madre, mamá, mami, mamacita, viejita, doña, o como quiera que la llames, dale un fuerte abrazo y dile cuánto la quieres.

Si por el contrario ha fallecido, llévale flores a su tumba y recuérdala siempre con mucho amor.

Ten presente que el cariño de una madre no lo sustituye nada ni nadie. Es un sello que queda impregnado en lo más profundo de nuestros corazones.

¡Venid los moradores del campo y la ciudad, y entonemos un himno de intenso amor filial!

Himno a las Madres dominicanas

¡Venid los moradores
del campo y la ciudad,
y entonemos un himno
de intenso amor filial!

Cantemos de las madres
la ternura, el afán
y su noble atributo
de abnegación sin par.

Celebremos todos la fiesta más bella,
la que más conmueve nuestro corazón;
fiesta meritoria, que honramos con ella
a todas las madres de la creación.

¡Quien, como una madre, con su dulce canto,
nos disipa el miedo, nos calma el dolor,
con solo brindarnos su regazo santo,
con solo cantarnos baladas de amor!

De ella aprende el niño la sonrisa tierna,
el joven la noble, benéfica acción;
recuerda el anciano la oración materna
y en su alma florece la resignación.

Venid los moradores…

Autora: Trina Moya